El sindicato fue desmantelado por la policía coreana.
El 3 de diciembre, KST, el Departamento de Policía de Busan, anunció que había arrestado a un sindicato criminal conjunto coreano-chino por defraudar 122 mil millones de wones (aproximadamente 86,3 millones de dólares estadounidenses) a 84 personas diferentes.
Según se informa, el grupo se hizo pasar por mujeres extranjeras de ascendencia coreana en las redes sociales para atraer a las víctimas a inversiones falsas en criptomonedas y oro. La policía arrestó a un total de 12 miembros del grupo, incluido un reclutador coreano y un gerente chino.
El sindicato reclutó a ciudadanos coreanos de entre 20 y 30 años y los reasentó en Camboya y Laos para capacitarlos en diversas técnicas de fraude. Luego, estos reclutas se dirigieron a personas a través de las redes sociales, haciéndose pasar por mujeres extranjeras de ascendencia coreana. Poco a poco generarían confianza a través de conversaciones que duraron más de una semana y convencerían a las víctimas de que pusieran su dinero en plataformas falsas de comercio de oro o criptomonedas.
Luego, estas víctimas eran redirigidas a sitios web fraudulentos y obligadas a invertir su dinero. Según la policía, las cantidades robadas a cada víctima oscilan entre 1 millón de wones (aproximadamente 708 dólares) y 20 mil millones de wones (aproximadamente 14,2 millones de dólares). Cuando algunas de las víctimas expresaron sospechas, los estafadores las manipularon emocionalmente. Cuando uno de ellos solicitaba una devolución, los estafadores exigían más dinero para impuestos y tasas antes de desaparecer con todos los fondos. Las víctimas fueron en su mayoría hombres de entre 20 y 70 años, que han perdido un total de 122 mil millones de wones (alrededor de 86,3 millones de dólares) desde enero.
La estafa salió a la luz después de que una víctima la denunciara a la policía, que comenzó a investigar en abril de este año. Desde entonces, las autoridades han arrestado a más de 20 miembros del sindicato. Sin embargo, los seis individuos chinos identificados como autores intelectuales de esta operación siguen en libertad y Interpol ha emitido avisos sobre ellos.
