Ignoró varias violaciones del código de construcción.
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Estrella legendaria y conocido entusiasta del sector inmobiliario. PSY Recientemente ha sido objeto de escrutinio después de que se reveló que su antigua casa en la Aldea de las Naciones Unidas fue confiscada debido a multas impagas. El cantante es conocido por sus inversiones inmobiliarias estratégicas.
Las multas impuestas por violaciones al código de construcción no se pagaron hasta meses después de la incautación, pero no se hicieron las correcciones necesarias a la propiedad.
PSY y su esposa, Park Jae Sangcompró una casa adosada de lujo en UN Village en Hannam-dong en 2008 por alrededor de KRW 2,20 mil millones (alrededor de US $ 1,57 millones). Más tarde combinaron la residencia con un espacio de oficina cercano que también compraron. Tras los cambios, se presentaron quejas sobre ampliaciones no autorizadas, incluidos cambios en áreas comunes y obras de construcción adicionales.
Los funcionarios confirmaron las violaciones y ordenaron a la pareja restaurar la propiedad a su estado original. A pesar de las órdenes, estos cambios no fueron revocados, lo que dio lugar a la imposición de multas.
En mayo, la oficina del distrito local confiscó la propiedad después de que PSY no pagara las multas durante más de un año. Aunque no se revela el monto de la multa, se espera que incluya importantes tarifas retroactivas e intereses acumulados debido a las violaciones en curso. Las multas finalmente se pagaron en octubre, lo que permitió levantar el embargo. Sin embargo, la acción reparadora aún está incompleta, por lo que la propiedad se clasifica oficialmente como no conforme.
Curiosamente, durante esta disputa, PSY compró otra villa de lujo en Itaewon, por un valor de más de 10.000 millones de KRW (aproximadamente 7,12 millones de dólares estadounidenses). Consiguió la propiedad de la propiedad en septiembre, lo que generó un debate sobre las prioridades financieras del cantante.
Los intentos de obtener una respuesta de la agencia PSY quedaron sin respuesta. Mientras tanto, el caso pone de relieve la investigación en curso sobre violaciones del código de construcción en acuerdos inmobiliarios de alto perfil en Corea del Sur.